Pantano de Almansa



El Pantano de Almansa es uno de los parajes más representativos de nuestra ciudad, por su riqueza medioambiental y patrimonial. El aprovechamiento y uso del agua, como fuente de riqueza, junto con otros recursos naturales que en su entorno se generan, ha propiciado el asentamiento de comunidades humanas desde la Prehistoria.

Recientemente, tras años de trabajo para la limpieza y dragado del embalse, se ha revitalizado la zona mediante el proyecto Agua Viva, acondicienando caminos, instalando señalización y mobiliario, y la apertura de una Oficina de Información.

Las rutas que recorren todo el paraje, permiten acercarse a la flora y la fauna característica de este entorno lacustre, la propia presa del embalse, o uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de la población, el Cerro del Pantano.

La Presa
El Pantano de Almansa es una cuenca donde confluyen ramblas, vertientes y cañadas del entorno, junto con el cauce de las aguas de las fuentes de Alpera, con un caudal medio de aproximadamente 100 litros por segundo. Tal riqueza hídrica merecía un mejor aprovechamiento, pero también suponía un peligro para la población en el momento de crecida de las aguas por las fuertes lluvias.

Desde principio del S. XVI, el ayuntamiento almanseño asume la construcción de una presa para contener las aguas. Se construye un primer muro de mampostería entre 1530 y 1538, pero fue insuficiente. Por lo que se realiza un nuevo proyecto de presa más sólida entre 1584 y 1586. Esta nueva obra es un muro de arco, que contiene las aguas por su parte convexa, compuesto por dos cuerpos, el inferior, que es donde se abre la bóveda de la toma de riego o Botana, y el superior, un graderío que va reduciendo el grosor de la construcción conforme gana altura. En su fachada conserva labrada la corona que reza: SOLI DEO HONOR ET GLORIA – 1584 (Solo a Dios el honor y la gloria). Esta obra de ingeniería hidráulica fue pionera en Europa, y actualmente una de las más antiguas de España en uso.

Sin embargo, aunque más robusta y resistente, seguía siendo insuficiente para contener el volumen de agua que el pantano podía ofrecer. Por lo que a finales del S. XVIII se recrece, en este caso, con un muro de trazo poligonal que eleva su altura considerablemente. Más tarde, entre 1915 y 1938, se realiza una limpieza de fangos, y se construye la nueva Botana a partir de una torre cilíndrica, y un amplio aliviadero al este de la misma.